Lunes 09 de septiembre 2024.
Con la celebración de un responso en la Iglesia del Plantel Educacional y Perfeccionamiento de Carabineros, y al término de esta se realizó una cantata en honor a Fabriziano González Urzúa, quien cumple un nuevo año de su fallecimiento, quien diera la consigna al capellán de ese tiempo poco antes de morir, “mi capellán yo puse mi parte” en el momento de la unción de los enfermos.
Carabinero Fabriciano González Urzúa, ejemplo de lealtad:
“Júro rendir mi vida si fuere necesario, en defensa del orden y de la patria”. Estas palabras son mucho más que una promesa de servicio, hasta la fecha más de 1.200 Carabineros han fallecido en cumplimiento del deber, transformando esta consigna en prueba irrefutable de honor y valentía y Fabriciano González Urzúa fue uno de ellos. Nació un 6 de Junio de 1946 en Valparaíso, sus padres fueron Violeta Urzúa una dueña de casa y su padre un Suboficial de la Armada don Ángel González Riveros.
Sus primeros pasos por la educación los tuvo en la escuela N° 12 y Mixta N° 13 de la cual en 1959 obtuvo su licencia de Educación Básica. Debido al aumento de los estudiantes en las escuelas normales, no logró ingresar a ningún liceo para continuar su educación, por lo que en 1960 se dedicó a realizar diversos trabajos, además de ayudar a su padre, que viajaba constantemente por su profesión. En 1961, después de un año trabajando, entró al Liceo Vespertino Mixto “Pedro Aguirre Cerda”.
En 1964 se retiró del liceo por la necesidad imperiosa de apoyar a su familia y continúó trabajando en la fábrica de camisas Salvador MALUK y Hnos. a la que ingresó en 1962, pero esta vez de tiempo completo. Más tarde ingresó al Regimiento de Infantería Motorizado Reforzado N° 10 Pudeto en Punta Arenas, para realizar su servicio militar y el curso de formación de mecánica de automóviles.
El 16 de marzo de 1967 fue aceptado y contratado como Carabinero Voluntario para el Servicio de Orden y Seguridad en la 3ra. Comisaría Puerto, según la Orden del Día Nro. 81 de la Prefectura de Valparaíso. Aquí destacó gracias a sus conocimientos de mecánica de automóviles. El 15 de julio del mismo año ingresó al Grupo de Instrucción de Los Andes, donde fue aprobado como Carabinero, obteniendo el segundo lugar entre 67 alumnos con nota 5,67. Su Jefe de Grupo Mayor Óscar Manuel Elgueta Pérez lo calificaría como: “Buen elemento, de muchas condiciones para la carrera” y retornó a su unidad de origen.
En lo personal contrajo matrimonio con Helia Helena Berríos Fernández en 1966, en tanto, el 22 de julio de 1968 nace su hija Marcela Salomé. El 7 de Julio de 1969, rindió su examen de grado obteniendo nota de mérito alcanzando así el requisito necesario para su ascenso a Cabo 2° cuando las plazas estuvieran disponibles. Dos años más tarde es trasladado al Retén Cordillera donde gracias a su constante espíritu de superación decide postular al “Centro de Perfeccionamiento de Suboficiales” y es seleccionado para integrar el bienio 1972-1973.
Un adios inesperado
En 1977 la Escuela de Suboficiales adquirió el patronímico de Carabinero Fabriciano González Urzúa y en 1999 su actual denominación: Escuela de Suboficiales “Suboficial Mayor Fabriciano González Urzúa”. Su muerte generó un fuerte impacto a nivel institucional, transformándose en un ícono entre los alumnos del entonces Centro de Perfeccionamiento de Suboficiales y sus futuras generaciones. Lo anterior, porque arriesgó su vida para salvar a un compañero durante enfrentamientos producidos en el allanamiento de la fábrica Indumet, el 11 de septiembre de 1973. Tres días más tarde falleció en el hospital institucional.
Para comprender el significado de este reconocimiento es necesario conocer el ambiente que reinaba al interior del Centro de Perfeccionamiento ese día. La 2ª Sección del Primer Escuadrón se encontraba desde muy temprano reforzando el Palacio de La Moneda, es decir 300 alumnos custodiaban la casa de gobierno; mientras un ambiente de nerviosismo reinaba en los patios. Pasadas las dos de la tarde sonó la campana y se escuchó por los parlantes el llamado a formar para la sección de Fabriciano.
El bus salió del Plantel con 26 alumnos junto al Teniente Sergio Jiménez Albornoz; mientras a través de un comunicado radial se informó la muerte de otro funcionario en la intersección de Carlos Valdovinos con Carmen, sitio al que concurrieron en forma inmediata.
Al llegar se unieron a otros piquetes del Centro de Perfeccionamiento que también habían acudido, al grupo del Teniente Jiménez le correspondió entrar por Pasaje Ana, apoyados por seis alumnos del 3° Escuadrón. El Oficial ordenó a su Sección avanzar pegados a las murallas. Fabriciano González se encontraba junto al Carabinero Ramón Gutiérrez Romero cuando comenzó el tiroteo, quien fue alcanzado por una bala. González al ver su delicado estado decidió sacarlo, pero al llegar fue abatido por un disparo y trasladado al hospital institucional junto a otros heridos.
La mañana del 14 de septiembre recibió la extremaución, durante el sacramento señaló: “mi Capellán … yo ya puse de mi parte”, luego comenzó a recorrer por todos los rincones del Centro de Perfeccionamiento la noticia: “Murió Fabriciano”, transformándose en el primer mártir de esa entidad. A las 11:40 la carroza fúnebre fue recibida por todas las autoridades del Plantel. Luego de la misa, sus restos fueron conducidos al mausoleo de Carabineros de Chile, ubicado en el Cementerio General, dándole el último adiós el Cabo 1° Alumno Alberto Cavada Ramírez, su Comandante de Escuadrón Sergio Jiménez Albornoz y el Director del Centro de Perfeccionamiento, Coronel Gonzalo Arias González.
Con este acto finalizó la vida de un joven lleno de sueños . Póstumamente recibió la Medalla al Valor y el ascenso a Suboficial Mayor.
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